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Irina Baeva

Hace cuatro años que dejó su natal Rusia para estudiar actuación en la ciudad de México; su esfuerzo rindió frutos al obtener un protagónico que, a pesar de haberle dado un giro de 360 grados a su vida, no ha modificado su esencia auténtica y sincera.

Hace cuatro años que dejó su natal Rusia para estudiar actuación en la ciudad de México; su esfuerzo rindió frutos al obtener un protagónico que, a pesar de haberle dado un giro de 360 grados a su vida, no ha modificado su esencia auténtica y sincera.

 

¿En qué momento decidiste que querías actuar?

Desde que estaba en la secundaria le contaba a una amiga que me llamaba la atención todo lo que ocurre en el backstage, me acuerdo que veía una novela rusa y en una ocasión pasaron un programa sobre cómo se hacía; me sorprendió ver que lo que creías que era una recámara se trataba en realidad de un foro y los departamentos eran sets. Fue ahí cuando le comenté a mis papás que quería entrar a estudiar actuación pero me aconsejaron elegir algo más serio así queescogí al periodismo sin quitarme la espinita de querer actuar; cuando entré al CEA de Televisa me di cuenta de que fue súper acertado.

 

¿Prefieres actuar o modelar?

Actuar, sin duda. Las fotos y el modelaje también se me hace divertido, me parece un juego bastante interesante aunque en lo personal, siento que con la actuación puedes expresar más cosas y puedes conocerte mucho más a ti mismo porque tratas de profundizar en emociones y cosas que quizá nunca has vivido y que nunca te van a tocar pero el ponerte en ese tipo de situaciones ficticias te ayuda a explorar tu interior, eso me gusta mucho y creo que el modelaje no te alcanza a dar esa posibilidad.

 

¿Cómo aprendiste a hablar español?

Aprendí sola sin tener la intención de estudiar algún idioma en especial, tenía un libro donde comencé a ver cosas básicas y afortunadamente, el español se pronuncia como se escribe; sin embargo, tenía que escuchar cómo se hablaba porque no tenía un maestro así que empecé a ver novelas para escucharlo. La primera fue Rebelde, recuerdo que del primer capítulo sólo entendí las palabras “escuela” y “mamá”, vi los primeros 17 capítulos con subtítulos en ruso y para continuar tuve que aprender español. Cuando llegué al capitulo 100 ya sabía muchísimo más, así que cuando llegué a México entendía perfecto todo lo que me decían, me sirvió mucho.

 

¿México resultó como lo imaginabas?

Yo conocía a México por lo que veía en las telenovelas, platicaba con una maestra que me decía que no era lo que vemos en pantalla con gente usando tacones y vestidos en cualquier día. Cuando llegué por primera vez me gustó lo que vi pero sí fue distinto a lo que me imaginaba por las referencias que tenía previamente. Me sentía muy lejos de casa, extrañaba a mi familia y nadie hablaba mi idioma pero después me acostumbré, hoy puedo decir que me encanta.

¿Tienes planes para hacer cine o teatro?

Estamos preparando la obra de teatro de “¿Por qué los hombres aman a las cabronas?” y ya empezamos ensayos, a mí me encanta. Más adelante me gustaría hacer otra obra también porque creo que el teatro te da experiencia y tablas que no encuentras en otro lado; respecto al cine, me encantaría siempre y cuando sea un proyecto padre.

Una belleza sin fronteras
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