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VERÓNICA FLORES

HABÍA UNA VEZ UNA PLAYMATE MEXICANA QUE PREFIRIÓ LLEGAR AL ÉXITO POR EL CAMINO LARGO. ASÍ, LE DIO LA VUELTA A LOS LOBOS FEROCES QUE SE ATRAVESARON EN SU CAMINO, UTILIZANDO SU INTELIGENCIA Y SU BELLEZA COMO ARMAS PARA LLEGAR A UN FINAL FELIZ.

¿Te contaban cuentos de hadas cuando eras niña? ¡Sí, El Principito! Ese era mi favorito. Yo quería ser así de aventurera, analítica. Hasta la fecha es mi libro favorito.

¿Te identificas con las princesas? Con las de antes no, con las que han salido recientemente mucho más. No me gustaban porque tenían una imagen muy delicada, nadie las tocaba ni podían hacer nada. En cambio, las actuales son mucho más rebeldes e independientes. De haber tenido a esas princesas en mi infancia, sí me hubieran gustado.

¿Cómo fue tu despertar sexual cuando fuiste adolescente? Debía tener como 15 años. Nunca fui voluptuosa hasta más adelante, pero sí era de las niñas con más pompi y cinturita. Me daba cuenta que los niños estaban con la hormona despierta. Me volteaban a ver. De hecho, creo que si no me hubieran visto no me habría dado cuenta de lo que pasaba. Fue ese morbito lo que me despertó. Ya entrando a la prepa se me alocó más (risas).

¿Cómo fueron tus primeras veces? ¡Horribles! Porque era muy inexperta. No muchos padres se acercan a explicarle a sus hijos cómo funciona la sexualidad, así que una lo hace como lo entiende. Lo bueno es que el chico con el que estuve también era primerizo y lo hacíamos con mucho cuidado. Pero con el tiempo le fuimos agarrando más cari- ño. Tenía 16 y él 17. A Caperucita Roja le dijeron una vez: “Vete por el camino largo, no por el corto”, y no hizo caso.

¿Has tenido que tomar esa decisión alguna vez? ¡Claro! Como mujer, cuando entras en el medio, puede ser facilísimo o puede ser con mucho esfuerzo que consigas lo que quieres. Y sí, cuando ven a una niña bonita o que está buenona, que posó desnuda, es fácil que se acerque alguien a ofrecerte llegar fácil a donde quieres. Pero, por eso me gustan las princesas inteligentes e independientes, las que no se quedan donde la sociedad les dice, sino que se descubren a sí mismas. ¡Qué aburrido que todo te lo pongan facilito!

¿qué opinas tú de la fidelidad? No está mal experimentar. Si encuentras una pareja con la que tengas ese nivel de confianza, no hay nada de malo. Existe la fidelidad emocional, pero no sexual. A fin de cuentas, como animales, tenemos instintos y en cualquier momento te pueden atacar. ¿Qué mejor que decirle a tu esposo: “me pasa esto?”, y que él te diga: “vamos a experimentar juntos”. Eso es mejor a poner el cuerno y que te cachen. La sociedad es muy injusta con estas cosas, porque son deseos ocultos que todos tenemos. Nadie puede decir que nunca se le ha antojado besar a otra persona que no es su pareja. Esa tendencia —swinger— funciona para quienes tienen un nivel altísimo de confianza, para que no se lastimen el uno al otro. La sexualidad siempre hace feliz a la gente.
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